El incremento en el precio de las viviendas, es una muy buena noticia. Se puede entender como el resultado de dos factores: por un lado, muchos hogares han mejorado sus expectativas a futuro; y, por otro, naturalmente hay recursos suficientes para lanzarse a la operación de adquirir una casa y pagar los correspondientes intereses y gastos asociados. Ambos elementos apuntan a que la recuperación, aunque débil, parece estar asentándose y expandiéndose.
De hecho, y como razón de fondo, estos incrementos responden a los mismos mecanismos que generaron la caída de precios: el mercado ajusta oferta y demanda. Cuando se trata de un bien como la vivienda, que no es transportable, los ajustes a la baja tienden a ser rápidos pero las subidas de precio necesitan bastante más tiempo para que se extiendan por todo el territorio.
En España, las localizaciones premium, como son los centros de las grandes ciudades, han estado a salvo de la caída de precios mientras que las viviendas en ciertas zonas, han llegado a perder la mitad de su valor a causa de la crisis.
Por ello, es muy buena noticia que la recuperación se extienda prácticamente por toda España y que, además, abarque tanto a las viviendas nuevas como a las que no lo son. Esto es señal de que la confianza y la renta disponible mejoran de forma homogénea territorialmente y, por tanto, de que la recuperación lentamente va alcanzando a capas cada vez más amplias de ciudadanos.
La demanda exterior
Probablemente, lo que ha captado la atención de los inversores internacionales ha sido las brutales caídas de precios en ciertas localizaciones; caídas que ellos han interpretado como posibilidades de ganancia, una vez que han desparecido los temores sobre la estabilidad económica en España.
Con todo, hay que tener en cuenta que este repunte en los precios viene facilitado por unos tipos de interés muy bajos que, de forma muy probable, volverán a subir a medio plazo. De hecho, por la propia dinámica del sistema, cuanto más se acelere el crecimiento de los precios de la vivienda, más subirá la inflación y más cerca estaremos de que el Banco Central Europeo decida una subida de los tipos de interés.