La inflación, la guerra entre Ucrania y Rusia, un plan para ahorrar energía por miedo a posibles consecuencias derivadas del conflicto del mundo con Rusia y una sensación económica de incertidumbre en todo el mundo. Todos estos factores hacen que la ‘vuelta al cole’ del inmobiliario español se presente con dudas y mucha expectación. Desde idealista/news hemos consultado a los principales directivos del sector, que explican que el pesimismo, la moderación en la inversión y “la sensación de cuesta arriba de este septiembre” serán protagonistas del último trimestre del año.
La mayoría de los expertos destacan que la evolución de los precios del gas y el petróleo, el cierre de la inflación los meses de verano y la evolución de los tipos de interés, tanto en la eurozona como en EE.UU. marcará el escenario macroeconómico general este año.
Otro factor que influirá directamente sobre las inversiones inmobiliarias es la paulatina subida que ha experimentado el euríbor en los últimos meses, así como la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de aplicar la primera subida de los tipos de interés en la eurozona en 11 años, hasta situarlos en el 0,5%.
La realidad es que la consecuencia de todas estas percepciones (algunas ya realidades) ya se está sintiendo en el ‘real estate’ en los últimos meses, y por ello hemos visto retraso en las inversiones, procesos de venta que no se han finalizado y prudencia generalizada. “Tendremos que esperar y ver, ya que la inflación está dando algunas muestras de contención. Los Bancos Centrales, si bien es cierto que están obligados a subir los tipos para luchar precisamente contra esa inflación, no es menos cierto que están dando los pasos con sumo cuidado (más en Europa que en USA) para que las subidas no dañen la economía y hacernos entrar en una recesión dura”, dice Peña.
“Si, por fin, empieza a imperar la cordura en Ucrania y conseguimos arreglar la ruptura en la cadena de suministros que arrastramos desde la crisis del covid-19, a lo mejor septiembre no es tan malo como muchos anticipan. El ‘real estate’ en España está funcionando bien, hay liquidez, las cifras de empleo son esperanzadoras y si conseguimos equilibrar tipos e inflación, es posible que consigamos que siga así”, concluye el directivo de Grupo Lar.
Para Anna Gener, CEO de la oficina de Barcelona de Savills, el regreso de las vacaciones será “algo tenso”. “Tras unos meses de gran dinamismo en el mercado de inversión inmobiliaria afrontamos el regreso de las vacaciones con un escenario más frío a primera vista, pero con buenas oportunidades para quienes buscan valor”, dice la ejecutiva.
“La subida de los tipos de interés impacta directamente en el precio que se puede llegar a pagar por un inmueble, por lo que ya estamos asistiendo a una ligera corrección de valores. En algunos casos puede producirse un desajuste entre las expectativas del vendedor y el análisis que haga el ofertante, pero tras un período de tiempo de encaje, ambas partes acabarán encontrándose. Sigue habiendo mucha liquidez en el mundo con voluntad de ser invertida en inmobiliario y nuestro mercado ofrece un binomio riesgo-rentabilidad muy atractivo, comparado con otros mercados equiparables”, sostiene Gener.
La experta en inmobiliario, no obstante, es optimista con algunas ramas del negocio inmobiliario en plena explosión: “deberemos estar atentos al comportamiento de la absorción de metros cuadrados en oficinas y logística, en buenos niveles en el primer semestre, y atender a la evolución de la tasa de disponibilidad, que sigue siendo sana en todos los mercados”.
Haciendo zoom al mercado inmobiliario madrileño, Miker Echavarren, CEO de Colliers en España, asegura que los expertos “no prevén la entrada en recesión de nuestra economía durante este año”. “Si creemos que en septiembre la percepción de los consumidores va a estar influenciada por un elevado pesimismo, fruto de la pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación, la subida de los tipos hipotecarios y, adicionalmente, por la sensación de que la cuesta arriba va a ser muy abrupta”.
“En este contexto, esperamos una contracción de la demanda en la compra de viviendas, sobre todo de precios medios y medios bajos. Por este motivo el mercado residencial de Madrid, que comparativamente se sitúa más en la zona de mayor poder adquisitivo de la demanda, sufrirá menos que otras ubicaciones o entidades más pequeñas”.
En cualquier caso, esa menor demanda de la compra de viviendas sucede al mismo tiempo que una demora en el lanzamiento de nuevas promociones residenciales por el incremento de costes de construcción, por lo que ante una menor demanda también hay actualmente una menor oferta de obra nueva y creemos que ambos factores no provocaran bajadas de precios.
En la misma línea opina Armando Lasauca, CEO de aProperties, sobre el negocio residencial, en este caso de lujo, y su poderío frente a la recesión. “El sector residencial prime está experimentando un buen momento, un ciclo positivo que se mantendrá tras el verano. A pesar del contexto internacional, el elevado precio de la energía y el encarecimiento de las materias primas, la vivienda de alto standing se sigue considerando un valor seguro para invertir frente a la elevada volatilidad en otros sectores”.
Por su parte, Xavier Guell, director de la oficina de CBRE en Barcelona, asegura que la capital catalana ha cerrado el primer semestre con una inversión de 2.005 millones de euros, batiendo así su récord histórico.
“Esta cifra representa un incremento del 23% en comparación con el mismo periodo del año anterior y se sitúa por encima de los registros de 2019 (1.085 millones de euros) y 2007 (1.568 millones de euros). Más allá del tradicional buen comportamiento de los segmentos de oficinas y logístico, este semestre destaca también la evolución de otros sectores como el residencial, ‘retail’, hoteles o la inversión en activos alternativos”, añade el directivo.
“Estos datos demuestran la madurez del mercado inmobiliario de Barcelona. La capital catalana tiene, por tanto, unos sólidos cimientos para seguir atrayendo capital y talento. No obstante, pese a las buenas cifras registradas en el primer semestre y la fortaleza de la ciudad, no podemos obviar la coyuntura macroeconómica y desde CBRE prevemos una moderación de la inversión en el segundo semestre del año”, concluyen desde la consultora.