Si hay un sector en el que empieza a ser evidente que ha llegado la recuperación, este es el de la construcción y el inmobiliario. Lo que ya es una evidencia en las calles, en las que han florecido de nuevo las oficinas de compraventa de pisos, y donde se empiezan a ver otra vez grúas, ahora se está traduciendo en las estadísticas oficiales.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) constatan que, en el segundo trimestre de este año, se produjo un aumento de precios de la vivienda en España del 4% anual, y del 4,2% trimestral, un porcentaje de subida que no se daba desde hace ocho años, en el tercer trimestre del 2007.
Los datos totales no reflejan la dispersión de precios y ventas según la zona geográfica, con oscilaciones que en precios van desde la subida máxima registrada en Catalunya, del 5,4%, y la mínima del 1%, en Extremadura. Y lo mismo sucede con las transacciones: frente a un aumento de operaciones del 37,4% de Baleares hay todavía una caída del 9,8% en Extremadura. Catalunya fue la sexta autonomía por incremento ventas (17,2%).
Expansión controlada
Al menos por ahora, se está muy lejos de crear otra burbuja porque los bancos están sometidos a un control mucho más estricto; todavía hay mucha oferta pendiente de venta en el mercado; las inmobiliarias de los bancos están acabando además promociones que se quedaron a medias y las subidas de precios se está produciendo a un ritmo pausado, muy lejos del ritmo de dos dígitos anuales del boom. Estos incrementos indican que nos estamos acercando a la normalización del sector, a un punto de equilibrio del mercado.