Se estima que la venta de viviendas crecerá un 6,5% el año que viene, en el que los precios se elevarán el 3,5% y se cerrará el año en niveles del 2004. Según estimaciones, este hecho supondrá un encarecimiento de los pisos desde el 2,5% .
Se trata de un crecimiento sano, no hay indicios de que se pueda estar gestando una nueva burbuja inmobiliaria. Las expectativas de los compradores están en línea con la evolución de los fundamentales de la economía. La mejora del mercado inmobiliario, eso sí, no está siendo homogénea. En Madrid, el eje mediterráneo y las islas está prácticamente normalizado, pero en el centro y el norte la recuperación todavía acumula cierto retraso.
El 2016 está siendo un buen año para el sector gracias a la mejora de la renta disponible de las familias propiciada por el aumento del empleo, la confianza de los consumidores en máximos históricos, y las compras por parte de extranjeros (crecieron el 20,8% en el primer trimestre, hasta suponer el 18% del total). El 'Brexit' del Reino Unido, cuyos ciudadanos lideran las adquisiciones foráneas (20% del total), es uno de los factores que explican la desaceleración de las ventas previstas para el próximo ejercicio: "Es un posible riesgo, aunque pensamos que el Reino Unido va a seguir tendiendo un papel importante".
Uno de los factores desaceleradores es la salida del país de la Unión Europea, así, puede restar entre 0,3 y 0,4 puntos a la economía española el año que viene, si bien su impacto puede ser mayor en la Comunidad Valenciana y Murcia (0,5 a 0,6 puntos). Otros factores que reducirán las ventas en el 2017 son que el petróleo estará más caro de lo esperado, la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) moderará su impacto, las incertidumbres sobre la política económica española restarán 0,7 puntos del PIB entre este año y el próximo y Estados Unidos reducirá su crecimiento.
Aún así España crecerá más que la media europea y creará 800.000 empleos en el 2017. Ello sumado a la política de créditos baratos impulsada por el BCE hará que el mercado inmobiliario vuelva a registrar una buena evolución. De hecho, los ratios de accesibilidad de las familias a la vivienda (medida según su renta disponible en relación con los precios y el coste de la financiación) está en máximos históricos en todas las comunidades autónomas.
El suelo también contribuye a la mejora del sector: la superficie vendida en el primer semestre creció un 19,2%, con una revalorización del precio del 5,9%.
Además, la finalización de viviendas sigue reduciéndose y en los próximos trimestres tocará suelo.