Tras nueve años de ausencia, desde que en 2007 la crisis financiera empezó a desinflar la burbuja inmobiliaria, las grúas han vuelto a formar parte del paisaje español en 2016, haciendo visible la recuperación que vive el sector inmobiliario desde 2014.
A falta de unas semanas para que acabe el año, la inversión inmobiliaria puede marcar un nuevo récord en 2016, con casi 14.000 millones de euros.
El crecimiento de la economía, la mejora del empleo, los bajos tipos de interés, la vuelta de la financiación y la continua entrada de capital extranjero han permitido al sector inmobiliario consolidar durante este año su recuperación a pesar de la incertidumbre política que reinó en España durante meses.
Después de casi una década de parálisis, las promotoras que han sobrevivido a la crisis y otras recién creadas han sacado las grúas a las calles, especialmente en las ciudades con más actividad económica y turismo donde el stock es ya prácticamente inexistente y la demanda de nueva vivienda, una realidad.
La recuperación del sector es innegable. Según los notarios, la compra de viviendas creció un 10,3% en septiembre, un porcentaje que se eleva al 13,2% según el INE, que constata ya ocho meses al alza y un crecimiento del 10% en la firma de hipotecas para la compra de viviendas.
El Ministerio de Fomento calcula que el precio subió un 1,6% en el tercer trimestre, encadenando 6 de incrementos consecutivos, mientras que los visados para construir nuevas viviendas se dispararon un 32% en septiembre hasta máximos desde 2011.
Además, la compra de vivienda por parte de extranjeros creció un 19,7% en la primera mitad del año, con los británicos a la cabeza a pesar de la amenaza del Brexit.
Para 2017, se espera que las transacciones crezcan un 6,5% y que el precio lo haga un 3,5%, hasta niveles de 2004, en tanto que Tinsa estima que el precio se mantendrá o aumentará, en el mejor de los casos, entre el 1% y el 2% en 2017, en línea con lo que espera para el cierre de este año.
Pero no sólo hay movimientos en el sector de la vivienda. De hecho, se espera que en un año y medio salgan al mercado 100.000 metros cuadrados de oficinas en el corazón financiero de Madrid gracias a proyectos de rehabilitación emblemáticos.
Es precisamente el sector de oficinas el que ha concentrado nuevamente el grueso de la inversión inmobiliaria este año, en el que las operaciones más destacadas han sido la compra de la Torre Cepsa por parte de Amancio Ortega, por 490 millones; la adquisición del centro comercial Diagonal Mar de Barcelona, por 493 millones; la compra del complejo empresarial de Adequa por parte de Merlin, por 380 millones, o la del hotel Villa Magna de Madrid, por 180 millones.