La incidencia del Covid-19 en la oferta de vivienda ha sido objeto de análisis por parte de Servihabitat con el fin de conocer la adaptabilidad y respuesta de ésta en el actual contexto de pandemia, momento en que el sector inmobiliario ha ido presentando grandes muestras de solidez tal como se ha venido constatando a lo largo de estos meses.
Según indican los datos extraídos de los principales portales inmobiliarios y del INE referentes al stock residencial, en julio la oferta de vivienda descendió más de un 14% respecto a junio, con un total de 684.618 unidades en el mercado, unas cifras que se mantuvieron en agosto.
Estas han sido las cifras que se alcanzaron después del fin del estado de alarma, cuando los mensajes de incertidumbre sobre la envergadura de la crisis planeaban sobre los sectores económicos del país, incluido el sector inmobiliario.
Transcurridos unos meses, y analizando la evolución de la oferta, los expertos de Servihabitat atribuyen este efecto a que los propietarios optaron en un primer momento por retirar del mercado sus activos, con el objetivo de preservar su valor en los momentos de mayor incertidumbre.
Y es que se ha visto que una evolución positiva de las expectativas ha conducido a un efecto totalmente contrario en octubre: coincidiendo con un clima más calmado en el mercado y una demanda activa, el número de viviendas en stock se recuperó hasta las más de 835.000 viviendas, sumando más de 150.000 viviendas respecto a julio, un aumento que se sitúa en un 22%.
La confianza en el sector y su afianzamiento han encontrado una demanda dinámica que ha sido capaz de ir absorbiendo parte del stock ofertado. La recuperación, e incluso intensificación, de la actividad en cuanto al cierre de operaciones de compraventas se constata en el mes de noviembre, cuando la reducción de las viviendas ofertadas se ha reducido en más de 100.000 activos, un -12,5% respecto a octubre.
Isidro Soriano, Director Ejecutivo de REOs Sales y Marketing de Servihabitat, destaca que "nos encontramos ante un sector que dispone de una oferta resiliente capaz de adaptarse al contexto actual" y puntualiza que "la respuesta del mercado residencial ha sido coherente con la teoría de economía de mercado, manteniendo la sintonía en las curvas ascendentes y descendentes que presentaban la oferta y la demanda".
Bajo esta idea, se ha constatado que, en las zonas de costa, los decrementos de la demanda han producido decrementos de oferta, presentando descensos en provincias como Las Palmas (-25%), Barcelona (-11%), Almería (-10%), Valencia (-7%) y Cádiz (-7%). Por el contrario, el aumento o conservación de la demanda en las zonas de interior ha tenido su traslación en incrementos de oferta. En este sentido, se ha incrementado el stock en Teruel (27%), Soria (23%), Albacete (21%) o Segovia (9%).